jueves, 9 de julio de 2009

y para que no se aburran


El infierno

Llegan 3 individuos al infierno, y les toca el día que está de buenas el diablo y les dice:
Hoy voy a dejar ir a aquel de ustedes que me dé algo que yo no pueda destruir con mis manos.
Llega el primero y le da una extraña roca encontrada en Siberia. El diablo la toma en sus manos y la empieza a apretar.
1, 2, 3, listo, ya te llevó el chamuco.

Llega el segundo y le da un pequeño balín hecho de titanio. El diablo la toma en sus manos y la empieza a apretar.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, ¡Lo logré!, vas pa´bajo.
Llega el último y le da una luneta de chocolate. El diablo la toma en sus manos y la empieza a apretar.
1, 2, 3,...10,...100, empieza a sudar, 200... 1000. Nada, el diablo ha perdido.
Entonces le dice:
Está bien, puedes subir, pero antes dime, ¿Por qué no pude destruir tu chocolate?
A lo que le respondió:

El chocolate se derrite en tu boca, no en tus manos.

El circo

Resulta que un sábado llegó un circo a la ciudad de Monterrey y toda la mañana se prepararon, y en la tarde empezaron a anunciar por la ciudad.
¡Señores y señoras, vengan a mirar el león más feroz del mundo por sólo 50 pesos!
A la hora de la función nadie llegaba, por lo que el dueño decidió bajar el precio y decía:
¡Vengan a ver al león más feroz nunca antes visto por sólo 30 pesos!
Pero nadie llegaba, y así siguió bajando el precio, por sólo 20 pesos, 10 pesos, y nada, hasta que al final dijo:

Pasen a ver el león más feroz, ¡gratis!
Y se llenó la carpa que casi se reventaba, y el señor puso estacas alrededor de la carpa y después dijo:
A 200 pesos la salida porque, ¡vamos a dejar libre al león!


El ladron

Un ladrón a la media noche se mete en una casa a robar. Entra por una ventana, y cuando está adentro en la oscuridad oye una voz que dice:
¡Jesús te está mirando!
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no ocurre nada continúa. Y de nuevo la voz le dice:
¡Jesús te está mirando!
El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que estaba en una jaula, y el ladrón le dice:
¡Ahhh que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito?
Y el loro le responde:
Me llamo Pedro.
Pedro es un nombre extraño para un loro.
Y el loro le contesta:
Más extraño es el nombre Jesús para un pitbull.

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